Siempre espero con ansias el verano. Nací en Barranquilla una ciudad de Colombia (sí, la misma a dónde se fué el caimán, aunque generaciones más jóvenes se acuerdan del "En Barranquilla se baila así" estribillo de la canción HIPS DON´T LIE de Shakira ) situada a orillas de Mar Caribe, es normal que anhele el verano porque allí la temperatura bajo la sombra ronda los 35 grados todo el año, si toooodo el año. Ahí no hay opción de lucir botas, ni abrigos y menos fulares, ni bufandas. Esas prendas sólo podemos verlas en las revistas o cuando por algún papeleo hay que ir a la Capital Bogotá y entonces nos embelesamos con artículos diferentes a sandalias, tirantes y minifaldas.(Por eso amo a Asturias aunque no pare de llover). Pero a cambio de esa temperatura inclemente los barranquilleros han sido dotados de una alegría que brota por los poros, las tristezas las alejan bailando porque lo llevan en sus venas, es gente trabajadora y pujante, sin prisas, pero trabajadora, un
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